Interés compuesto

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Uno de los conceptos más interesantes en el ámbito financiero es el interés compuesto. Se da cuanto los intereses de una determinada inversión se añaden al principal, de modo que los intereses también generan intereses. Esto es algo que ocurre habitualmente en los productos de inversión, en las que los intereses se depositan en la misma cuenta en la que está el capital.

¿Qué se entiende por interés compuesto?

El interés compuesto aparece cuando los intereses generados se van añadiendo al capital inicial. Por lo tanto, los intereses generados en un primer momento vuelven a generar nuevos intereses. Se trata por tanto de un efecto multiplicador, de manera que a medida que se generan intereses con el paso del tiempo el importe va aumentando.

Hay una serie de características que definen el interés compuesto:

  • El capital inicial aumenta en cada periodo ya que los intereses se van sumando.
  • La tasa de interés se aplica sobre un determinado capital, el cual va variando.
  • Los intereses en términos absolutos son cada vez mayores.

Ejemplo

Para comprender qué es el interés compuesto vamos a explicar un sencillo ejemplo. Supongamos que tienes un producto de inversión con 5.000 euros, la cual te aporta el 10% al año, abonando los intereses anualmente. Si preguntamos cuánto dinero hay en dicha cuenta al cabo de dos años, algunos dirán que 6.000 euros, ya que el primer año tendrás 500 euros de intereses (10% de 5.000) y el segundo también 500 euros.

No obstante, si los intereses se depositan en la misma cuenta, este cálculo es erróneo. Y es que al inicio del segundo año tendrás 5.500 euros, de modo que el 10% de dicha cantidad es 550 euros. Por lo tanto, al finalizar los dos años tendrás 6.550 euros. Es ahí donde radica el interés compuesto.

¿Cómo calcular el interés compuesto?

Claro que en el ámbito de la inversión el cálculo no resulta tan sencillo. Así, existe una fórmula matemática para calcular el interés compuesto, la cual tiene en cuenta el capital inicial, la tasa de interés y el número de años.

CF = CI (1+r)n

  • CF – Capital Final
  • CI – Capital Inicial
  • r – Tasa de interés expresada en tanto por uno
  • n – Número de años

El secreto de dicha fórmula se encuentra en el que el capital crece de manera exponencial debido a que cada año el capital es mayor gracias a que al importe inicial le añades los beneficios que año a año vas generando.

Vamos a suponer que inviertes 10.000 euros en un determinado producto financiero que te genera un 10% de interés anual a 25 años. El cálculo es el siguiente: 10.000 (1+0,1)25 = 108.347,06 euros. El capital final es de 108.347,06 euros, lo que supone una rentabilidad de 98.347,06 euros.

En dicha fórmula no se tienen en cuenta diversos conceptos que pueden variar en cierta medida el valor de la inversión. Por un lado, la inflación, un factor inverso que hace que tus ahorros pierdan valor con el paso del tiempo. Y, por otro lado, los impuestos que tendrás que pagar por los beneficios obtenidos cada año. También habría que descontar las comisiones en caso de que no se hubiera hecho antes, al calcular el rendimiento anual.

Consejos a la hora de invertir

Si estás interesado en realizar una determinada inversión con interés compuesto, hay una serie de consejos que merece la pena tener en cuenta:

  • Largo plazo: lo primero que debes tener muy claro es que este es un tipo de interés que se cumple a largo plazo. Por lo tanto, para obtener una buena rentabilidad es importante que hagas la inversión pensando en el futuro.
  • Reinversión: para realmente ganar dinero con el interés compuesto es importante que reinviertas el 100% de los beneficios. De lo contrario, no conseguirás la rentabilidad que deseas.
  • Mercados: a la hora de realizar cualquier tipo de inversión debes conocer muy bien el funcionamiento de los mercados para no llevarte sorpresas inesperadas. Ten en cuenta que los productos financieros en forma de renta variable tienen un valor volátil, por lo que es muy complicado realizar previsiones a medio y largo plazo. Así, habrá años en los que obtengas grandes ganancias, mientras que otros deberás asumir pérdidas.
  • Capital: otro aspecto esencial tiene que ver con el capital que deseas invertir. Lo mejor es que utilices únicamente aquel dinero que realmente no necesites en el corto o medio plazo. Tal y como hemos señalado, para obtener una buena rentabilidad con el interés compuesto debes realizar una inversión de capital a largo plazo. Hay personas que no tocan el dinero que han invertido hasta dentro de 30 o incluso 40 años.

Interés compuesto vs Interés simple

Con la fórmula del interés simple los beneficios o intereses generados de una determinada inversión no se acumulan a la inversión inicial. En cambio, con el interés compuesto los intereses generados se van acumulando, generando así cada vez más intereses.

Por lo tanto, la rentabilidad obtenida con ambas fórmulas es muy diferente. Con una inversión inicial de 10.000 euros y un interés del 4% anual a 10 años, con el interés simple el capital final es de 14.000 euros, mientras que con el interés compuesto de 14.802 euros.

La diferencia en ambos casos no es mucha. No obstante, aumentando el número de años, teniendo en cuenta que una inversión con interés compuesto está pensada para el largo plazo, la diferencia aumenta de forma notable. Si el capital inicial y el interés del 10% anual a 35 años, en el caso del interés simple el capital es de 45.000 euros y en el del interés compuesto de 281.024 euros.

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