¿Qué es un aval bancario? Un aval no es más que una garantía de que cumplirás tus obligaciones, por ejemplo la de devolver el dinero de un préstamo. Funciona por tanto como una especie de seguro que garantiza que en caso de impago, alguien hará frente a los pagos por ti.
Sin embargo cuando nos referimos a un aval bancario, lo que ocurre es que es un banco el que actúa como avalista, comprometiéndose a cumplir por ti lo acordado en caso de que tú no puedas hacerlo. En este artículo vamos a aclararte cuándo puede ser necesario un aval bancario, qué tipos existen y mucho más, para que no te quede ninguna duda sobre este tema.
Tabla de Contenidos
¿Cuándo se usa este tipo de aval?
Cuando solicitas un aval bancario, lo que haces normalmente es pagar cierta cantidad a la entidad bancaria que a cambio actuará como avalista y cubrirá tus obligaciones en caso necesario. En la gran mayoría de casos la obligación consiste en pagar una determinada cantidad de dinero, aunque también se puede emitir un aval bancario con otros fines, por ejemplo como el suministro de un material.
Lógicamente esto supone un riesgo para el banco, pero es algo cada vez más usado en contratos de alquiler; y es que la situación del mercado inmobiliario es complicada y tanto los bancos como los propietarios de las viviendas exigen una mayor seguridad para los cobros. Normalmente el aval será la suma de la renta mensual que deba pagar el inquilino durante un periodo de tiempo establecido.
No obstante el aval bancario se usa sobre todo en el ámbito empresarial en todo el mundo, siendo en muchos casos incluso imprescindible en las relaciones comerciales, como por ejemplo en un contrato de compraventa de bienes o de ejecución de obras.
Imagina que tienes una empresa que fabrica engranajes y piezas para la industria de las transmisiones mecánicas. Si deseas establecer una relación comercial con una empresa asiática para comercializar determinado lote de productos, esa compañía puede solicitar un aval bancario para firmar el contrato y así asegurarse de que si tu empresa no cumple con las entregas pactadas, el banco le compensará por ti.
¿Qué tipos de avales bancarios existen?
Principalmente se diferencian tres tipos:
Financieros
Son todas aquellas operaciones en las que la entidad bancaria actúa como avalista para que una persona o empresa obtenga financiación por una determinada cantidad de dinero de un tercero.
Técnicos
Es cuando el banco responde en caso de incumplimiento de un compromiso que nada tenga que ver con la obligación de pago. En la gran mayoría de casos, dichas obligaciones están relacionadas con organismos públicos. Claro que en otras ocasiones también pueden ser compromisos ante terceros, como ejecuciones de obras, entregas de materiales, funcionamiento de maquinaria vendida, etc.
Económicos
Este es el tipo de aval bancario que se utiliza mayoritariamente para particulares, principalmente en el mercado del alquiler de vivienda; en él la entidad bancaria se hace cargo de los pagos al propietario de un número establecido de meses del alquiler, en caso de que tú no lo hagas.
Aval personal vs aval bancario
Seguro que has oído hablar más de una vez del aval personal. Suele referirse a una persona física que se hace cargo de tus pagos cuando tú no puedes hacerlo. El ejemplo más común es el de los padres que te avalan cuanto vas a contratar un préstamo hipotecario.
En estos casos, son tus padres los que garantizan con su propio patrimonio que serás capaz de hacer frente a tus obligaciones con el banco; por tanto si no pagas las mensualidades del préstamo, el banco acudirá a tus padres -los avalistas- y les exigirá que se encarguen de cubrir dichos pagos, so pena de embargarles su patrimonio.
Sin embargo como ya hemos explicado, en el caso del aval bancario es el banco quien se hace cargo de asumir la deuda, ya sea económica o de otro tipo. Aunque se usa cada vez más en los alquileres, está mucho más extendido en el mundo empresarial.
Por ejemplo si el empresario se encuentra con que un cliente no le paga el dinero que le debe, en lugar de esperar a que lo haga y reclamárselo, si ambas partes firmaron un contrato para la operación que incluía un aval bancario el empresario puede ejecutar el aval bancario y recibir el dinero adeudado, dejando que sea el banco el que se encargue de lidiar con el deudor.
Cómo solicitar un aval bancario
Ya debes tener claro qué es un aval bancario, pero seguro que quieres saber cómo se solicita. Lo primero es acudir al banco para que la entidad estudie tu capacidad para cumplir con la obligación que has contraído, así como para devolver el aval en caso de que la otra parte contratante lo ejecute. El banco también analizará las condiciones del aval considerando los supuestos y los plazos en que puede llevarse a cabo.
Como ya habrás imaginado, solicitar un aval de este tipo no es gratis. Aunque al banco no le supone una salida de dinero inmediata, sí le pone en riesgo de tener que pagar el dinero si la otra parte ejecuta el aval. Por tanto, la entidad bancaria cobra una serie de comisiones -de estudio, de apertura y de riesgo- además de los costes del notario.