Un préstamo participativo, ¿qué es? Pues se trata de un tipo de préstamo destinado a empresas que se caracteriza porque el prestamista participa en los beneficios de la empresa a la que presta el capital.
Se trata de un producto especialmente dirigido a pequeñas y medianas empresas (pymes) en las que se benefician tanto las entidades financieras y de crédito como el empresario, ya que de esta forma puede acceder a una vía de financiación rápida y con unas condiciones ventajosas respecto a otros tipos de crédito. ¿Quieres más detalles? ¿Tienes una empresa? Pues te interesa seguir leyendo esto.
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¿Cómo funciona?
Básicamente podemos definir un préstamo participativo como un instrumento de financiación a medio camino entre un préstamo a largo plazo y el capital social, combinando elementos y características de ambos.
Los préstamos participativos están regulados por el Real Decreto Ley 7/1996 sobre medidas urgentes de carácter fiscal y de fomento y liberalización de la actividad económica, además de por la Ley 10/1996. Como ya hemos dicho es una vía de financiación dirigida sobre todo a las pymes, y que se caracteriza fundamentalmente por tener dos tipos de interés:
Tipo de interés fijo
Por un lado funciona como un préstamo a largo plazo convencional, donde el capital prestado tiene un interés “fijo”al margen de cómo marche la empresa financiada que consta de un índice de referencia –por ejemplo el euríbor- más un diferencial. Este interés no obstante se ofrece a un tipo más bajo que un préstamo convencional; además, no todos los préstamos participativos lo incluyen.
Tipo de interés variable
Por otro lado, existe siempre un interés variable que se acuerda entre ambas partes y que suele establecerse como un porcentaje en función de la evolución de los beneficios de la empresa beneficiaria del préstamo: de ahí el nombre de “participativo”, ya que el prestamista “participa” de los beneficios. El criterio no obstante puede variar en función del acuerdo, y puede aplicarse sobre el beneficio neto o bruto, el volumen de negocio, el patrimonio de la empresa, etc. Además suelen fijarse unos límites mínimos y máximos.
Principales características
Los préstamos participativos tienen una serie de aspectos que los diferencian claramente de otros préstamos y productos similares; además de la participación de la entidad prestamista en los beneficios y la evolución de la empresa deudora, podemos destacar estas otras características:
- Ofrecen un vencimiento a largo plazo, con un período de carencia igualmente largo –de hasta 7 años- para la devolución del capital principal.
- Por contra, se limita bastante la amortización anticipada; así, ésta sólo podrá llevarse a cabo si se realiza a la par una ampliación de capital de la empresa por la misma cuantía amortizada. Además se establecen comisiones y penalizaciones por amortizar el préstamo ante de lo previsto.
- La exigibilidad de la devolución del préstamo está subordinado a cualquier otra obligación que tenga la empresa beneficiaria, incluyendo otros créditos, quedando sólo por detrás los socios de la misma. Esto trae importantes ventajas para la empresa, ya que le permite mantener su capacidad de endeudamiento, mientras que la entidad prestamista asume un rol similar al del propio empresario o al de un socio capitalista.
¿Qué necesito para obtener un préstamo participativo?
Aunque este tipo de préstamos suelen ser concedidos por entidades públicas, también existen entidades financieras privadas que los conceden, como por ejemplo bancos o inversores privados (los llamados business angels). Entre los principales requisitos necesarios para que una empresa pueda acceder a un préstamo participativo, encontramos los siguientes:
- Estar constituido legalmente como una pyme.
- Presentar unas cuentas auditadas y saneadas.
- La empresa debe disponer de fondos propios superiores al importe del préstamo solicitado.
- Presentar un plan de negocios de la empresa donde se detallen aspectos como la viabilidad del proyecto, la capacidad de gestión del equipo, etc. En definitiva se trata de demostrar que el proyecto empresarial es viable y fiable, y que cuenta con bases sólidas para ganarse la confianza del prestamista.
- La empresa no puede estar relacionada con el sector financiero ni inmobiliario.
Contabilidad de este tipo de préstamos
A efectos contables y fiscales, los préstamos participativos se incluyen en la financiación ajena, y se consideran parte del patrimonio neto de cara a una reducción de capital o una liquidación de la sociedad.
En cuanto a los intereses devengados del préstamo, ya sean los fijos o los variables, están considerados como partidas deducibles de la base imponible del Impuesto sobre Sociedades de la entidad que ofrece el préstamo, excepto si dichos intereses corresponden a préstamos participativos otorgados por una empresa que pertenezca al mismo grupo empresarial de la empresa deudora. También son deducibles los gastos financieros generados por el préstamo.
¿Qué ventajas e inconvenientes tienen?
Como hemos visto, los préstamos participativos son un instrumento muy útil para que las empresas accedan a una vía de financiación rápida en condiciones ventajosas. Entre las ventajas principales podemos citar:
- Se trata de un tipo de préstamo que se aplica en función de la evolución de la empresa, por lo que si ésta finalmente no diese beneficios, no estaría obligada a devolver todo el préstamo.
- Los períodos tanto de amortización como de carencia que se ofrecen son mucho más amplios y ventajosos, por lo que resulta ideal para nuevas empresas o aquellas que quieran acometer nuevos proyectos.
- Al participar de los beneficios de la propia empresa, la entidad prestamista es la primera interesada en que el proyecto salga adelante, por lo que será más flexible y se adaptará a la evolución y necesidades del negocio.
No obstante, no todo son ventajas en este tipo de productos. Entre los principales inconvenientes está el hecho de que por su propia naturaleza, en los préstamos participativos parte del beneficio va a parar al prestamista; además al depender la devolución del préstamo de la evolución del negocio, el acreedor puede exigir un mayor control en la propia empresa o en el proceso de toma de decisiones, lo que limita la libertad de movimientos del empresario.
Como has visto, esta vía de financiación puede ser una oportunidad importante para que las pequeñas y medianas empresas accedan a liquidez, siempre que tengamos en cuenta los inconvenientes que acarrea el compartir nuestros beneficios. Una vez que ya te hemos explicado todo sobre un préstamo participativo, qué es, cómo funciona y qué beneficios aporta, tú debes ser quien decida si es lo que buscas para hacer prosperar tu negocio.