Actualmente, el aval bancario para el alquiler es uno de los requisitos más solicitados por parte de los arrendadores. Se trata de un compromiso mediante el cual el propietario de la vivienda se asegura el cobro del alquiler. El documento lo firmas con una entidad bancaria, con unas determinadas condiciones. Luego tienes que entregar el documento al propietario y, a partir de entonces, si en algún momento no cumples con tu obligación de pagar la renta mensual, el propietario puede ir al banco y pedirle que le pague las mensualidades.
Es decir, es un compromiso que tú firmas con el banco. Así, si tú en un momento dado dejas de pagar el alquiler, será el banco quien se encargue del pago del mismo. Claro que luego se dirigirá a tí solicitando que se reintegre dicha cantidad. En algunos casos, para cubrirse las espaldas, el banco solicita lo que se conoce como “pignoración del dinero”. Es decir, te obliga a dejar una determinada cantidad de dinero en una cuenta, de cuyos fondos no puedes disponer hasta el vencimiento del aval.
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¿Qué es un aval bancario?
Vamos a empezar por definir qué es un aval. Se define como tal a una garantía que sirve para asegurar que vas a cumplir con las obligaciones determinadas en un contrato. El avalista es la persona física o jurídica que avala, es decir, que asume la responsabilidad de hacer frente a dichas obligaciones en el caso de que tú como avalado no lo hagas.
En el caso de un alquiler de una vivienda, es bastante frecuente a día de hoy que el propietario exige un aval bancario para garantizar el pago de la renta mensual. Así, si tú no pagas, puede ir al banco y pedir todo o parte del dinero.
Su coste y condiciones
El aval bancario, tal y como su propio nombre indica, es aquel en el que el avalista es el banco. Es decir, es la entidad quien asegura al beneficiario, en este caso el arrendatario de la vivienda, quien le asegura que le pagará si tú no puedes. El banco tiene unos procedimientos muy específicos para emitir un aval ya que al fin y al cabo, es una operación con cierto riesgo para él.
Es por ello que a la hora de contratar un aval bancario, hay una serie de gastos y condiciones que resulta interesante conocer. Debes tener muy en cuenta cuál es el coste aval bancario real de la entidad con la que lo vas a contratar.
Coste del estudio de solvencia
Tal y como su propio nombre indica, es el coste por el estudio que hace el banco para analizar cuál es tu capacidad de solvencia y, en función de ello, darte el aval bancario o no. Las entidades bancarias que cobran este gasto determinan entre el 0,5 y el 1 por ciento del valor del aval.
Coste de apertura del aval
Una vez el banco te concede el aval bancario, te cobra aproximadamente el 1 por ciento del valor del aval en concepto de coste de apertura.
Gastos de notaría
Aunque no es demasiado habitual, puede darse el caso de que el banco te haga pagar a ti los gastos de notaría. Suelen ser el 0,3 por ciento del valor del aval.
Comisión por mantenimiento o riesgo
Esta comisión se paga trimestralmente y suele rondar el 1 por ciento del valor del aval.
Estos son los costes aval bancario y comisiones más habituales. No obstante, es importante que analices las condiciones que te ofrecen las diferentes entidades bancarias ya que en algunos casos no hay ningún tipo de gasto, y el único coste se reduce a una comisión por mantenimiento que pagas cada tres meses. Son muchos los productos que te permiten ahorrar y así mejorar tus finanzas personales de una forma sencilla.
Aval bancario y aval personal
A día de hoy los dos tipos de avales más habituales son el bancario y el personal. Resulta interesante conocer cuáles son las características de cada uno de ellos para entender las diferencias.
- Aval personal: en este caso, una persona, tanto física como jurídica, es el responsable si tú no pagas. Una situación muy habitual es cuando los padres se ofrecen como avalistas de sus hijos cuando quieren solicitar una hipoteca al banco para comprar una vivienda. Pues bien, los padres garantizan con sus propios bienes que sus hijos se harán cargo tanto en la forma como en el tiempo establecidos del pago con el banco en cuestión. En el caso de que los hijos no paguen, la entidad bancaria se dirige entonces a los padres para que se hagan cargo de la deuda.
- Aval bancario: el aval bancario es aquel en el que el avalista es un banco. Por lo tanto, es la propia entidad la que se hace cargo de tus posibles deudas hacia un tercero.
Sus uso para alquilar una vivienda
Por último, merece la pena destacar que el aval bancario te puede servir para ahorrar, aunque no es un producto de ahorro como tal. Desde el punto de vista del propietario, si quieres poner en alquiler una vivienda, el aval bancario te va a asegurar el cobro de una determinada cantidad mensual, ya sea porque el inquilino paga o bien porque ejecutas todo o parte del aval con el banco.
Desde el punto de vista del inquilino, si vas a alquilar una vivienda para vivir en ella y cuentas con un aval bancario, puede darse el caso de que el propietario esté dispuesto a bajar el precio ya que el riesgo de impago es cero.